Pentimenti
Una de
las características de la pintura al óleo, es que se torna transparente con el paso del tiempo,
dejando ver trazos del dibujo previo, (un ejemplo se puede observar en la parte
baja del vestido blanco de la dama del cuadro de Joaquín Agrasot)
En la
obra de Velázquez, cómo podemos observar en algunos de sus cuadros, esa característica del
óleo nos permite ver cómo era su pintura al principio de su realización, ya que
gracias a ello podemos observar los arrepentimientos que fueron cubiertos con
nueva capa de pintura.
Son bastantes
las pinturas de Velázquez que presentan “arrepentimientos”, ello es debido a
que era un artista valiente, de muy buen dibujo y pincelada suelta, muy seguro
de sí mismo, por lo que solía pintar sin, o con pocos bocetos previos.
Los pentimenti “arrepentimientos” no siempre se ven, es cuestión de tiempo y del grosor de la última capa de pintura, cómo podemos ver gracias a esta radiografía de un Jan van Eyck.
Jan van Eyck.
Aquí podemos ver un ejemplo en un cuadro de Picasso.
Para
evitar que les pase esto a nuestras pinturas, bastará con hacer un dibujo
exacto, eliminando antes de pintar las líneas sobrantes.
En realidad, el problema no es el "arrepentimiento" sino el que la pintura se vuelva más transparente y deje ver lo que está debajo de ella, un ejemplo muy bueno es el de este hermoso bodegón del pintor Raphaelle Peale, en el que podemos observar como el melón del primer plano se transparenta dejando ver el melón grande a través de él, la causa: Pintó el melón entero y cuando el cuadro estuvo acabado, seguramente pensó que otro más pequeño delante quedaría bien.
Cómo ya
comenté en otra ocasión, no conviene utilizar lápices de grafito para el dibujo
previo en un cuadro al óleo, pues el grafito, tarde o temprano acabará
apareciendo y se hará visible;
El carboncillo
o el lápiz de plata, no presentan ese inconveniente.
El lápiz
de plata, permite dibujar con mucha precisión, pero es difícil de borrar, sin
embargo, el carboncillo permite ser
eliminado de manera más sencilla o lo podemos convertir en un dibujo que apenas se aprecia si lo golpeamos con un trapo de algodón
antes de empezar a pintar.