Ay…Los padres.
Hoy contaré un par de anécdotas de los padres de los pintores,
si sabéis más, me las podéis mandar para añadirlas aquí.
Obras de Rafael Fuster Insa
Al gran pintor valenciano Rafael Fuster Insa, su padre le
hizo que elegir entre ser Tenor de ópera o ser pintor… perdimos un gran tenor (lo sé porque le he oído cantar) pero ganamos
un gran pintor.
Obras de Remington
La siguiente anécdota es de los padres de uno de los más grandes pintores de los siglos XIX y XX… Frederic Sackrider Remington.
El caso es que los padres de Frederic no tenían muy buena imagen de lo que era la vida de pintor, y para desanimarle le decían que la pintura es cosa de mujeres!! Por suerte para el arte, a Remington le importaba un comino lo que opinaran sus progenitores…
Que por cierto, menuda tontería, la pintura es cosa de hombres y mujeres…
En fin, cosas de aquella época.
De Frederic Remington tenemos otra anécdota menos graciosa....
Y es que cuando un cuadro no le convencía lo suficiente, lo quemaba y esa vocación de fallero nos privo de casi quinientos cuadros, que aún que a él no le parecieran buenos, estoy seguro de que a más de uno ya nos hubiese gustado pintar así.
Joan Costa.
Cuando el pintor Joan Costa era pequeño, los Reyes magos le trajeron sus primeras pinturas al óleo, pero… ¡faltaba el blanco! No tardo el pequeño Joan en dar con una solución: ¡profident! El invento del pequeño artista no funcionó bien y tuvieron que comprarle un tubo de blanco y a partir de entonces empezó la gran carrera artística de Joan Costa.
De Frederic Remington tenemos otra anécdota menos graciosa....
Y es que cuando un cuadro no le convencía lo suficiente, lo quemaba y esa vocación de fallero nos privo de casi quinientos cuadros, que aún que a él no le parecieran buenos, estoy seguro de que a más de uno ya nos hubiese gustado pintar así.
Joan Costa.
Cuando el pintor Joan Costa era pequeño, los Reyes magos le trajeron sus primeras pinturas al óleo, pero… ¡faltaba el blanco! No tardo el pequeño Joan en dar con una solución: ¡profident! El invento del pequeño artista no funcionó bien y tuvieron que comprarle un tubo de blanco y a partir de entonces empezó la gran carrera artística de Joan Costa.